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Cómo controlar la temperatura y humedad en la incubación de huevos

3 may 2024

La incubación de huevos es un proceso que consiste en proporcionar las condiciones adecuadas para que los embriones se desarrollen y nazcan los pollitos. Estas condiciones son principalmente la temperatura y la humedad, que deben ser controladas y reguladas durante todo el periodo de incubación, que suele durar unos 21 días. 

Pero, ¿cómo controlar la temperatura y humedad en la incubación de huevos? 


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¿Qué instrumentos se necesitan para controlar la temperatura y humedad en la incubación de huevos?

Para controlar la temperatura y humedad en la incubación de huevos, se necesitan dos instrumentos básicos: un termómetro y un higrómetro. 

Estos instrumentos permiten medir la temperatura y la humedad en tiempo real, lo que facilita el ajuste de los niveles de manera precisa.

Termómetro

Es el instrumento que mide la temperatura en grados Celsius o Fahrenheit. Existen diferentes tipos de termómetros, como los de mercurio, los digitales, los infrarrojos o los de sonda. Se recomienda usar un termómetro que sea preciso, confiable y fácil de leer, y que se coloque en el centro de la incubadora, a la altura de los huevos.

Higrómetro

Es el instrumento que mide la humedad relativa en porcentaje. Existen diferentes tipos de higrómetros, como los de cabello, los digitales, los electrónicos o los de papel. Se recomienda usar un higrómetro que sea preciso, confiable y fácil de leer, y que se coloque junto al termómetro, en el centro de la incubadora, a la altura de los huevos.

¿Qué valores óptimos se deben mantener según la especie de ave que se esté incubando?

La temperatura y la humedad óptimas para la incubación de huevos varían según la especie de ave que se esté incubando, ya que cada especie tiene sus propios requerimientos y adaptaciones. 

No obstante, se puede estimar que la temperatura óptima para la mayoría de las aves es de alrededor de 37,5°C, y que la humedad óptima es del 50% al 60% durante los primeros 18 días de incubación, y del 70% al 90% durante los últimos días antes de la eclosión. 

Estos valores pueden variar ligeramente según el tipo de incubadora, el número de huevos, la calidad de los huevos y el ambiente externo. Por lo tanto, se debe consultar la tabla de temperatura y humedad para cada especie de ave, y se debe monitorear y ajustar los parámetros según sea necesario.

¿Cómo ajustar la temperatura y humedad en la incubación de huevos?

Para ajustar la temperatura y humedad en la incubación de huevos, se deben seguir los siguientes pasos:

Asegurarse de que la incubadora esté en un lugar adecuado

La incubadora debe estar en un lugar que esté protegido de las corrientes de aire, de la luz solar directa, de las fuentes de calor o de frío, y de la humedad o la sequedad excesivas. Estos factores pueden alterar la temperatura y la humedad de la incubadora, y afectar el desarrollo de los embriones. 

Se recomienda ubicar la incubadora en un lugar que tenga una temperatura ambiente de entre 18°C y 25°C, y una humedad ambiente de entre 40% y 60%.


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Encender la incubadora con anticipación

La incubadora debe estar encendida al menos 24 horas antes de colocar los huevos, para que alcance la temperatura y la humedad adecuadas. 

Se debe verificar que la incubadora funcione correctamente, y que no tenga fallas o fugas. Se debe limpiar y desinfectar la incubadora antes de usarla, para evitar la contaminación de los huevos.

Colocar los huevos en la incubadora

Los huevos deben estar a temperatura ambiente antes de colocarlos en la incubadora, para evitar el choque térmico. Los huevos deben estar limpios, enteros, con forma normal y con una cáscara porosa. 

Los huevos deben colocarse con la parte más ancha hacia arriba, y con una separación suficiente entre ellos, para que el aire circule adecuadamente. Se debe evitar mover o sacudir los huevos una vez colocados en la incubadora.

Medir la temperatura y la humedad en la incubadora

Se debe usar el termómetro y el higrómetro para medir la temperatura y la humedad en la incubadora, y se debe comparar con los valores óptimos para la especie de ave que se esté incubando. 

Se debe medir la temperatura y la humedad al menos dos veces al día, y se debe registrar en una hoja de control. Se debe tener en cuenta que la temperatura y la humedad pueden variar según la hora del día, la estación del año y el día de incubación.


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Ajustar la temperatura y la humedad en la incubadora

Si la temperatura o la humedad están fuera del rango óptimo, se debe ajustar el sistema de calefacción, de ventilación o de humidificación de la incubadora, según el tipo de incubadora que se tenga. 

Se debe aumentar o disminuir la temperatura o la humedad de forma gradual y moderada, para evitar cambios bruscos que puedan dañar a los embriones. 

Asimismo, hay que esperar unos minutos para que el ajuste surta efecto, y se debe volver a medir la temperatura y la humedad para verificar que se hayan corregido. Se debe repetir el proceso hasta que se alcancen los valores óptimos.

¿Qué otros cuidados se deben tener en la incubación de huevos?

Además de controlar la temperatura y la humedad, se deben tener otros cuidados en la incubación de huevos, como:

  • Girar los huevos: Los huevos deben girarse al menos dos veces al día, para evitar que los embriones se peguen a la cáscara o a la membrana, y para favorecer el desarrollo simétrico de los mismos. Se debe girar los huevos unos 90 grados cada vez, alternando la dirección del giro. Se puede usar un rotulador para marcar los huevos y llevar el control del giro. Algunas incubadoras tienen un sistema de volteo automático, que facilita esta tarea.

  • Ventilar la incubadora: La incubadora debe ventilarse periódicamente, para renovar el aire y eliminar el exceso de dióxido de carbono y de humedad. Se debe abrir la incubadora brevemente, una o dos veces al día, y se debe aprovechar para girar los huevos, medir la temperatura y la humedad, y añadir agua si es necesario. Se debe evitar abrir la incubadora con frecuencia o por mucho tiempo, para no alterar la temperatura y la humedad de la misma.

  • Observar los huevos: Los huevos deben observarse regularmente, para detectar posibles anomalías o problemas. Se puede usar una linterna o un ovoscopio para iluminar los huevos y ver el interior de los mismos. Se debe observar el tamaño y la forma de la cámara de aire, el movimiento y el desarrollo de los embriones, y la presencia de sangre o de fisuras. Se debe descartar los huevos que estén claros, que tengan manchas oscuras, que estén rotos o que huelan mal.

  • Asistir la eclosión: La eclosión es el momento en que los pollitos rompen la cáscara y salen del huevo. La eclosión suele ocurrir entre el día 19 y el día 21 de incubación, aunque puede variar según la especie de ave. Se debe aumentar la humedad al 70% o más durante la eclosión, para facilitar la salida de los pollitos. Se debe dejar que los pollitos salgan por sí mismos, sin intervenir ni ayudarlos, a menos que sea estrictamente necesario. Se debe esperar a que los pollitos estén secos y activos, para trasladarlos a la criadora.